Tiron de orejas
Todavia me acuerdo de ese dia que mi abuelita y yo caminabamos por la costa de Dichato,cuando de la nada aparecio un perro. Mi abuelita y yo salimos corriendo lo mas rapido,yo saque la comida y se la tire mi abuela me tiro la oreja y me dijo,no tenias paraque hacerlo se que no te gustaba.
Que mejor que un tiron de oreja de la Abuelita.
ResponderEliminarLas enseñanzas que ellas nos dejan, deben ser perpetuas en el tiempo.
Sierto
EliminarTiene razón Daniela, las abuelitas son inolvidables y sus enseñanzas, imperecederas.
ResponderEliminarSaludos, prof. Benedicto González V.